cotidianidades

Locuras, miniaturas, envolturas, souvenirs y desastres varios.

28 marzo 2007

Mala

Tengo celos hasta de su sombra. Y el no eres tu. Me escondo detrás de el, para mirarle desde donde no puede verme. Y para no verme a mi, espiándole a hurtadillas desde la ventana. Sus dedos no curan. Los tuyos sí. Sus letras no me hablan. Las tuyas sí. Él no me quiere. Tú sí. Pero tu no eres el (joder, joder, joder!). Y es que me vuelve loca. Literalmente. Tanto que no puedo ni dormir. Porque yo te quiero, por dios, ni lo dudes. Y no soporto que me mires dándomelo todo, esperando qué-se-yo que no te voy a saber dar. No te lo mereces, no te lo mereces… Y ahora me siento mala, mala como nunca antes me había sentido, y es un dolor horroroso y egoista. El que va a sufrir eres tú pero yo no paro de llorar. Y todas las canciones en la radio hablan de nosotros, de los tres, de mis decisiones y de tus pensamientos. Y poco importa que la apague si en la calle todos me miran como no-diciendo: mala. Y yo: y vosotros qué coño sabreis!. Y algo no marcha bien cuando voy escuchando a los Sunday Drivers y sólo quiero que me aplaste un autobús para que me deje de doler algo que ni siquiera sé situar. Eres un sol y yo voy directa a un agujero negro. Deberías dejar que me pierda, porque por una vez, me lo merezco.

09 marzo 2007

De dolor y contorsiones...

Una vida antes a este dolor de espalda las exigencias ergonómicas a sus amantes solían ser escasas. Más bien podríamos decir que se adaptaba sin problemas a cualquier postura y lugar. Lo mismo le daba que fueran altos que bajos, fuertes que delgados, inteligentes que tontos (aunque esto último no tenga mucho que ver con su dolor de espalda). La verdad es que el simple echo de acurrucarse a su(s) lado(s) le producía una enorme satisfacción. Se enredaba en sus piernas, rodillas, ombligo, caderas, contorsionándose de una forma sorprendente, buscando los recovecos más recónditos para saborear aquello que nadie antes probó. Pero eso era antes. Antes, antes, antes. Cuando sus amantes no eran más que puro entretenimiento. Puro desastre, solía decir. Hasta aquella mañana (jamás lo podrá olvidar) en que abrió los ojos y de repente, lo intuyó. Estaba allí. Sintió como iba subiendo por los dedos de los pies, las piernas, pantorrillas, nalga derecha, nalga izquierda, para, finalmente, instalarse en su espalda y no marcharse jamás. Era El Dolor que venía a recordarle: mala vida, le dijo. Su acompañante de la noche anterior, aún algo adormilado y despistado, la miró con ojos legañosos y le dijo: bah, no será para tanto! Y ella lo echó de casa, faltaría más. Y fue en ese preciso instante, mientras él le preguntaba ansioso y desconcertado si la volvería a ver, cuando ella tomó aquella decisión irreversible. No más espectáculos de trapecio, ni contorsión, ni circo italiano. Se acabaron las noches locas con amantes improvisados. Se acabó buscar secretos en cuerpos ajenos. Iba a elegir. Y te eligió a tí (como no podía ser de otra manera), por tus manos, y por tu hu(a)mor, ergonómico, adaptable, acogedor.
^^Tus dedos, porque son los tuyos, me calman y me curan.^^

05 marzo 2007

palabras, etc...

Inextirpable, dices, es tu palabra favorita. Y yo no sabría elegir. Puede que sea Nacho mi palabra favorita. Puede que sea esa y no otra, sólo porque te elige a ti de entre el resto. Nacho, nacho, nacho, nacho... Vale, hay nombres mejores, pero el tuyo martillea más fuerte en mis sienes. No vale, dices, mi nombre no cuenta como palabra... Y empezamos a discutir sobre acentos y significados y pronunciaciones y sonoridad. Qué pesa más, dices, el calor o el orgullo? Y no podemos parar de reír por lo absurdo de la conversación. A veces me pregunto de qué hablaremos cuando se nos acaben las palabras. Y me respondes que conoces tantos idiomas que no te caben en la chistera. Magia-potagia. Sacas tu baraja trucada y me haces trampas al repartir. Por mí como si desparecen todas las rimas tontas, los hiatos obtusos y los sinónimos de mentir. Vamos a decir guarradas. GUARRADAS en mayúsculas y mal acentuadas. "Busquemos un lugar en el mundo en el que follar suene igual que soñar". No te das cuenta que si susurro las palabras se transforman? “Deberías reflexionar sobre tu palabra favorita” Vale, pero no encuentro ninguna frase en que mi nombre suene bien junto a inextirpable.